
En 1769 el párroco Miguel Mateo Bayón sufre un estigma en sus dos muñecas, sus eternos detractores lo acusaron de que se había querido suicidar con la punta de un cucurucho dulce, y que la sangre no era tal sino que se trataba de helado de frutilla, años más tarde fue canonizado y retractadas dichas acusaciones, desde entonces los niños le rezan a San Bayón para que sus padres le compren helados.
QEE CAMPEON SAN BAYON JAJAJA
ResponderEliminarTE AMO PAPAA
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