3 ago 2009


Con arrugas bienvenidas

Con miserias de dos plazas

Con las vacunas vencidas

Con estas ganas haraganas

Sin saber que regalarte

Sin la gracia que pensabas

Sin los trenes que te dije

Y sin, si ya sé, mucho esmero en la batalla


Sé que sólo soy la sombra del bostezo de un príncipe azul

pero todos mis desastres andan cortos de salud

Y si soy primo lejano de lo que te prometía servos sabés,

tampoco el mundo hace las cosas demasiado bien…


Cuando el olvido pida “mesa para dos” que sea con champagne y sin posdatas

Decime cielo, ¿Cómo cruzo hasta tu corazón con este ejército en retirada?

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